3 de febrero. ¡Hoy ha sido un día muy feliz para mí! ¡Las nuevas noticias son muy especiales! Hoy, tras un tiempo de vómitos y mareos he ido al hospital más cercano y me han dicho que estoy embarazada desde que comenzaron los mareos. Es algo que siempre he soñado, incluso ya he empezado a pensar nombres. Si fuera niña la llamaría Adneris, Agamarys, Deyanira o Xantipa. Si fuera niño: Yannik, Suyay, Cadmiel o Caleb. La verdad es que no me decido muy bien por ningún nombre. Espero poder darle lo que necesite, aunque en Malí es bastante difícil, ya que somos una familia muy modesta, y aunque falte el dinero y las riquezas lo que no le faltará nunca el calor de una familia.
16 de febrero. Ya toda mi familia sabe que voy a tener un bebé, me han dado mil bendiciones. Se lo he contado a mi marido, y aunque no esperábamos un hijo tan pronto, se a alegrado mucho. Mis amigas también están muy felices por mí. Ellas todavía no han tenido hijos, menos Mirella, que ya ha tenidos dos hijos varones y me ha aconsejado mucho en este tema. Aquí en África es importante eso de tener un buen marido e hijos, aunque comerciantes que pasan por aquí cuentan que en los países de occidente no le dan importancia y que incluso tienen hijos sin casarse o se separan de sus maridos para volver a casarse con otros. Cuando aquí en África esas mujeres serían marginadas y rechazadas por sus familias y amigos. Sin duda son culturas muy diferentes.
5 de marzo. Ya estoy de cinco meses y en la consulta me han dicho que voy a tener un niño. Cuando se lo he contado a mi marido se lo ha tomado muy bien, era justo lo que esperábamos. Yo quería ponerle Ife, como yo, pero al ser un niño tendré que cambiar mi idea.
20 de marzo. El embarazo está siendo complicado, mi marido está muy preocupado por mí ya que me mareo varias veces cada día. Pero aun así estoy muy feliz porque yo siempre quise tener un bebé. Ya he estado haciendo trajes y preparando cosas para cuando nazca el bebé.
4 de abril. ¡Ya estoy de seis meses! Cada vez queda menos tiempo para que nazca mi bebé. Estoy muy ilusionada. El médico me ha dicho que puede haber problemas en el parto, puesto que aquí no tienen tantas herramientas como en los países de occidente. Yo rezo todos los días a Alá para que no me pase nada malo. Cuando nazca el niño intentaré darle la educación que se merece.
18 de abril. Hoy ha sido nuestro aniversario, ya llevamos dos años casados, parece mentira que llevemos tanto tiempo unidos, y pronto seremos tres. ¡Somos muy felices! Mi marido y yo estamos comenzando a preparar una habitación para nuestro querido bebé.
3 de mayo. ¡Estoy muy emocionada! Sólo faltan dos meses, sin contar este, para que nazca mi niño. Ya hemos decidido el nombre, Cadmiel, como mi difunto padre. Mi amiga Mirella se ha emocionado muchísimo cuando le he dicho que será la madrina de mi pequeño bebé. Están todos muy felices por mi embarazo, y me están cuidando mucho.
15 de mayo. He ido al médico esta mañana, me ha dicho que el embarazo ha mejorado lo suficiente como para no tener muchos problemas los meses que quedan hasta el parto.
7 de junio. ¡Esto es horrible! Nunca me imaginé que esto podría ocurrir, pero es cierto. Mi marido ha sido destinado a la guerra, voy a quedarme sola cuidando de mi pequeño, sin mi marido ayudándome. Él intenta consolarme pero mi tristeza es demasiado profunda.
28 de junio. Últimamente en mi vida sólo hay desgracias. Además de la mala noticia de que mi marido se iba a la guerra, ahora me han dicho algo peor, estoy infectada de SIDA. Mi vida es ahora tan solo llantos, puede que le haya contagiado esta dura enfermedad a mi bebé. Tendré que hacerle pruebas a Cadmiel en cuanto nazca.
10 de julio. Sigo muy triste por lo que me ha ocurrido a mi y lo que le ha ocurrido a mi marido. Pero al menos algo bueno ocurre durante estos días.
Algunos representantes de UNICEF vendrán aquí, a Malí. Quizás ellos puedan ayudarme con mi hijo y con mi enfermedad.
29 de julio. Hoy es el día más feliz de mi vida. Cadmiel ha nacido sin ningún tipo de complicación, es un niño precioso, tiene unos ojos enormes que enamoran a cualquiera. Además, el médico ya le ha hecho las pruebas y ¡no tiene SIDA!
27 de agosto. Hoy he ido la oficina de UNICEF y me han dado unos polvos blancos que dicen que son leche, y así no contagiaré a mi niño, yo quiero lo mejor para él. Además me ha informado el personal de UNICEF de que si me pasara algo podrían cuidar de él y quizás podría ser adoptado por gente occidental. Creo que sería lo mejor para él, ya que tendría una buena vida. Ojalá Alá me diera tiempo para verlo crecer, dar sus primeros pasos, oír sus primeras palabras… pero sé que no será posible. Esta terrible enfermedad no tiene cura todavía y aquí en Malí no hay recursos para tratarla.
A pesar de que su padre falleció víctima de una mina antipersonas en la guerra y su madre de SIDA, Cadmiel tuvo una vida feliz. Fue adoptado por una familia europea, que lo trató con mucho cariño y respeto. Ahora ya ha crecido y con sus estudios ha conseguido ser médico. Su mayor aspiración es encontrar una cura contra la enfermedad que hizo morir a su madre.
(Los personajes y hechos de esta historia son puramente ficticios).
miércoles, 7 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
olaaaaaaaaaaaois mis idolos
molais mucho
os qieroooooo
os cuidaisssss
javIIIII I love youu!
martAA teqieroooo, t e me cuuidasss frienddddd!!
kisses para tod2!!!!!
Publicar un comentario